“Su nombre era el de todas las mujeres”, Loquillo
(Warner, 2011)
Por Javier Escorzo. Publicado originalmente en Mundopop.
Se divisan nieves en las cumbres más altas de su tupé, pero Loquillo sigue trabajando sin descanso. No es su segunda ni su tercera juventud. Es la madurez, esa palabra tan temida en el mundo del rock. Lejos de rehuirla, Loquillo la abraza con fuerza, consciente de que es ahora cuando tiene que empezar a entregar sus mejores obras.
Y para muestra, “Su nombre era el de todas las mujeres”, su tercer disco musicando poetas, en este caso dedicado exclusivamente a los versos de Luis Alberto de Cuenca. Es curioso comprobar lo mucho que tienen en común dos personas a priori tan distintas. La temática de los poemas es la misma que ha impregnado desde siempre las canciones de Loquillo. Así, “Nuestra vecina” podría ser la versión poética de “La mataré”. “La noche blanca” una continuación de “La edad de oro”, y “Political incorretness”, directamente, un resumen de toda su trayectoria, que si por algo se ha caracterizado ha sido precisamente por eso, por la incorrección política, el riesgo y la provocación.
“Su nombre era el de todas las mujeres” se edita en forma de lujoso libro-disco: portada cinematográfica con Loquillo y Susana Koska a lo Humphrey Bogart y Lauren Bacall, prólogo de Arturo Pérez Reverte, pinturas de Fernando Pereira y un texto escrito por uno de sus más estrechos colaboradores, Gabriel Sopeña, encargado de adaptar y musicar los poemas. Como sucede desde hace más de diez años, la producción musical ha corrido a cargo de Jaime Stinus. Un equipo de lujo capitaneado por Loquillo, que sigue sin dormirse en los laureles: ya ha anunciado que cuando acabe este proyecto de poesía grabará un disco de punk rock garajero junto a, atención, Sabino Méndez.