Texto y fotos, por Javier Escorzo.
Publicado originalmente en Diario de Noticias.
CONCIERTO DE REVÓLVER
FECHA: 06/10/2018
LUGAR: Teatro Gayarre
INCIDENCIAS: Aproximadamente tres cuartos de entrada, cosa que sorprende en un grupo como Revólver, que acostumbra a agotar las entradas cada vez que toca en Pamplona. El concierto formaba parte de una gira en la que se conmemora el vigésimo quinto aniversario de su disco “Básico”. Carlos Goñi cantó, tocó guitarras y armónica, y le compararon Edu Olmedo en la batería y Manuel Bagüés en el bajo.
BÁSICAMENTE, REVÓLVER
No es Carlos Goñi un tipo muy dado a la nostalgia. Lo demuestra su larga carrera discográfica, en la que siempre ha mirado hacia delante en vez de quedarse anclado en las fórmulas que le funcionaron bien en el pasado, y, por si hubiese alguna duda, lo dijo él mismo al inicio de su concierto en el Gayarre. Sin embargo, esta vez le pareció bien hacer una pequeña concesión. La ocasión, sin duda, bien lo merecía: su disco “Básico” cumple veinticinco años. Tras dos primeros trabajos que habían pasado sin pena ni gloria, con aquel trabajo Revólver conquistó un lugar de privilegio en la primera división del rock nacional. Además, “Básico” fue el disco con el que se consolidó en nuestro país el formato de los acústicos, los celebérrimos ‘unplugged’ de la cadena televisiva MTV que facturaron piezas míticas del rock internacional (Nirvana, Bob Dylan, Kiss…). A partir de 1993, y más concretamente de este “Básico” de Revólver, no hubo grupo español que no adaptase su repertorio al formato acústico.
Por todo ello, Carlos Goñi está celebrando la efeméride con una serie de acústicos por teatros de todo el país. En ellos interpreta varios rescates del “Básico”, aunque también rememora el resto de su carrera. Lo que ha hecho ha sido preparar medio centenar de canciones, de las que cada noche va interpretando las que el cuerpo y el público le van pidiendo. En Pamplona, por ejemplo, abrió con ‘Lisa y Fran’ y ‘Campanilla’, pertenecientes a sus discos “El Dorado” y “Capitol”, respectivamente. Tras ellas llegaron “Esclavo de tu amor” y “Como único equipaje”, ambas del álbum homenajeado y especialmente aplaudidas por el público. Tras esas cuatro canciones, que habían sido interpretadas por su autor en solitario, salieron sus dos acompañantes (bajo y batería). Un formato reducido, y más si lo comparamos con la súper banda de la que se rodeó para la grabación original. En cualquier caso, el resultado fue extraordinario, con un sonido rico en matices y detalles.
Además, el cantante estuvo muy hablador durante toda la velada, presentando con divertidas introducciones todas las canciones, aspecto que ayudó a que el disfrute por parte de la audiencia fuese mayor. Como también contribuyó, sin duda, el hecho de que los temas escogidos encajasen perfectamente en el formato acústico; fue el caso de ‘Es mejor caminar’ o esa oda a Valencia que es ‘Dentro de ti’. Como ya se ha dicho, no había un repertorio marcado; antes de cada canción los músicos miraban a Goñi, expectantes, mientras este decidía cuál tocaría después. Cuando arrancaba, ellos estaban concentrados para poder reconocerla lo más rápidamente posible y acompañar a su líder, cosa que hicieron siempre sin errores, y lo cierto es que bordaron sus versiones de ‘Calle Mayor’ o ‘Faro de Lisboa’. En los bises, que fueron largos, sonaron algunos clásicos como ‘El roce de tu piel’, ‘Odio’, ‘Mi rendición’, ‘San Pedro’ o la imprescindible ‘El Dorado’, con la que puso al teatro en pie.