Texto y fotos, por Javier Escorzo.
Publicado originalmente en Diario de Noticias.
CONCIERTO DE NEUMAN & VIVA SUECIA
FECHA: 19/10/2018
LUGAR: Refena
INCIDENCIAS: El concierto, organizado por Navarra Wine Lovers, unió en el mismo cartel a Neuman y Viva Suecia. Buena entrada.
MÚSICA Y VINO
El vino siempre ha hecho un buen maridaje con la música y la noche del viernes hubo una buena oportunidad para comprobarlo. Se sirvieron vinos con denominación de origen navarra, claro, y se escuchó música con denominación de origen Subterfuge, una de las discográficas independientes con más solera; por las filas de esta escudería han pasado bandas legendarias como Fangoria, Australian Blonde, McEnroe, Dover… después de casi tres décadas publicando discos, la lista es interminable. Y lo mejor de todo no es su pasado, sino su presente y futuro, encarnado por grupos como Neuman o Viva Suecia, que actuaron en la velada Navarra Wine Lovers. El evento se desarrolló en un una de las alas laterales de Refena, que contaba con barra de bar y zona chill out en uno de sus extremos y un gran escenario en el otro.
La primera banda en actuar fue Neuman, que está presentando su cuarto álbum, “Crashpad”. Empezaron como trío (guitarra, batería y teclados), con ‘Lovers’, una canción marcada por los bruscos cambios de ambiente: de la letanía doliente y narcótica al ruido más estridente y catártico. Esos contrastes, que son una constante en su música, fueron muy disfrutados y aplaudidos por el público. A partir de la segunda canción, ya con el bajista sobre el escenario, abrieron el abanico para ofrecer también ritmos más rápidos, aunque siempre dentro de las coordenadas del shoegaze y el post rock, donde se desenvuelven como auténticos maestros. No es la suya una música de estribillos coreables; al contrario, la voz queda en un segundo plano, sepultada por una maraña electrificada que termina atrapando al oyente. Una manera de esconder la belleza a la manera de Dinosaur JR o Sapacemen 3 que cristalizó en canciones como ‘Deleted files’, ‘Boystar’ o ‘Turn it’.
Cuando terminaron, el escenario fue acondicionado con mimo y detalle, colocando instrumentos, focos y tubos fluorescentes para que Viva Suecia tuviese bien dispuesta su escenografía. Estos murcianos profesan el mismo amor por el ruido eléctrico que Neuman (por cierto, el cantante de Neuman produjo el primer epé de Viva Suecia), aunque ellos subrayan más las melodías. Además, el hecho de cantar en español les da un plus a la hora de conectar con la audiencia. Así que, si Neuman había triunfado, Viva Suecia, literalmente, arrasó. El público se hizo cargo, por ejemplo, de los coros en ‘A dónde ir’, mientras que en ‘Todo lo que importa’ bailó, botó y extendió los brazos al cielo en absoluto éxtasis. La banda, consciente de su poderío, desplegaba un repertorio en el que predominaron los medios tiempos, aunque también hubo alguna pieza más lenta, como la densa ‘Acabaremos muriendo en ello’. También se recreaban en las partes instrumentales, explayándose y alargando los finales de las canciones (el de ‘Mamá, te va a encantar’ fue salvaje, con los músicos tirados en el suelo y desatando un auténtico huracán sonoro. Al final, tanto el vino como los grupos dejaron muy buen sabor de boca.