Por Javier Escorzo.
En épocas de bajamar, los tripulantes de Marea no se quedan en tierra. Lo que empezó siendo una patera hace ya mucho que se convirtió en un auténtico transatlántico, uno de los buques insignia del rock español. Por eso aprovechan los parones de su banda para embarcarse en naves más pequeños, que les permitan volver a disfrutar de las distancias cortas. Así lo hicieron Alen Ayerdi con Ciclonautas y El Piñas con Malaputa, y así lo hace ahora Kutxi Romero, que el pasado miércoles ofreció un concierto acústico en El Mesón de la Navarrería de Pamplona.
En un ambiente distendido, Kutxi presentó algunas de sus nuevas composiciones. Lo hizo a tres guitarras, con la ayuda de Pete y Juanito (y su compañero Kolibrí en el sonido). “Vengo del Mercado”, “Mierda en las tripas” o “Corazón equino” son algunos de los títulos en los que el de Berriozar sigue derramando su inconfundible manera de escribir. Siempre alardea de inmovilismo, de no haber evolucionado desde el primer disco de Marea hasta ahora, aunque eso no es del todo cierto. Aunque evidentemente tienen un estilo muy marcado, musicalmente han mejorado mucho en todos estos años, y la evolución en las letras de Kutxi es más que patente, especialmente a partir de “Besos de perro” (2002). A partir de ese disco los textos, que siempre habían estado muy elaborados, se volvieron más herméticos. Pues bien, en las nuevas canciones pudo percibirse una vuelta a la sencillez y, esto sí que es novedoso, una fuerte presencia de humor (en “El año del conejo”, por ejemplo). Pero no se asusten, todas ellas siguen manteniendo las señas de identidad que han convertido a su autor en uno de los mejores letristas de nuestro país.
Hubo tiempo también para repasar canciones de Marea: “Ciudad de los gitanos”, “Pan duro” y “Marea”, que fueron muy bien acogidas por el público que abarrotaba el Mesón. Pero no fueron las composiciones propias el único atractivo de la noche, ya que el trío interpretó también versiones de temas ajenos. Algunos evidentes (“Azulejo frío” de Txarrena, “Malas noticias” de Los Suaves, “Qué desilusión” de Leño o “Silencio”, de Aurora Beltrán), pero otros ciertamente sorprendentes, por estar alejados del código estilístico que Kutxi había mostrado hasta la fecha. Tal fue el caso de “El rompeolas” o “Aunque tú no lo sepas”, ambas de Quique González, aunque la última popularizada por Enrique Urquijo. Su admiración por Quique González no es nueva: desde hace años circula por Internet una versión de Bocanada (la banda de Martín Romero, hermano de Kutxi) junto al propio Kutxi interpretando una metalera versión de “La ciudad del viento”, uno de los grandes himnos del madrileño. Y hablando de himnos, también sonó “El sitio de mi recreo” de Antonio Vega, o incluso “Soy rebelde”, la canción escrita por Manuel Alejandro y popularizada por Jeanette, interpretada por Kutxi en solitario como cierre del concierto.
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