Crónica y fotos, por Javier Escorzo.
Publicado originalmente en Diario de Noticias.
FECHA: 30/11/3018
LUGAR: Zentral
INCIDENCIAS: No se llegó a llenar, pero se registró una muy buena entrada. Carlos Tarque se presentó junto a Carlos Raya (guitarra), Coki Giménez (batería) y Iván Conzález “Chapo” (bajo).
DONDE HABITA EL ROCK’N’ROLL
En su larga y exitosa trayectoria, M Clan ha pasado por diferentes etapas. Tras el punto de inflexión que supuso “Usar y tirar” (1999), la banda se ha acercado hacia el pop, primero, y hacia el soul, el blues o el folk, después, aunque siempre manteniendo su esencia como grupo. Sin embargo, durante la década de los noventa, los murcianos no entendían más lenguaje ni aceptaban ningún otro alimento que el del más puro, salvaje y genuino rock’n’roll. En realidad, este nunca ha dejado de ser el ingrediente principal de todas sus salsas, solo que, en los últimos tiempos, también utilizaban otros condimentos, obteniendo de la mezcla sabrosos manjares. En su primer disco en solitario, Carlos Tarque ha decidido volver a su esencia: rock clásico sin concesiones. Para ello ha contado con músicos de su entera confianza, un trío clásico (guitarra eléctrica, bajo y batería) capitaneado por Carlos Raya en las seis cuerdas y producción. El resultado es un sonido crudo que sigue la estela de grandes nombres como AC DC o Led Zeppelin.
Con el mismo concepto y la misma banda llegó el viernes pasado a Pamplona. Tras escuchar una prometedora sintonía (“I love rock’n’roll”), Carlos apareció en escena con americana, aunque solo le duró puesta la primera canción, que no fue otra que ‘Ahora y en la hora’. Siempre ha sido un animal de escenario, así que no sorprendió su actitud ni su manera de pisar las tablas, recorriéndolas como una exhalación. Sí llamó la atención, sin embargo, y lo hizo para bien, la manera de tocar de Carlos Raya; se sabía que era uno de los mejores guitarristas de este país (además de uno de los productores más reputados), aunque la mayoría de las veces daba la sensación de que sonaba algo cohibido, a medio gas, como domesticado, facturando un sonido demasiado estándar en los discos de Fito, por ejemplo (también en algunos trabajos de M Clan). Nada de eso ocurre en el disco de Tarque ni tampoco en sus directos, en los que Raya ha dejado salir a la bestia que lleva dentro, haciendo rugir las seis cuerdas con verdadera fiereza. Así sucedió en la totalidad de los temas, muy especialmente en dos rescates de M Clan, ‘Perdido en la ciudad’ y ‘Se hizo de noche cuando te conocí’, cuyo desbocado solo final arrancó muchos aplausos por parte del público.
No fueron las únicas versiones que interpretaron: además de repasar las diez canciones de su disco, Tarque y los suyos (“La asociación del riff”, según la definió el propio cantante), tocaron ‘Fire and fire’, de Free, ‘Evil’, de Cactus (que adaptaron al español como ‘Peligro’), y ‘Qué desilusión’, de Leño. Al margen de las anteriormente citadas, también interpretaron ‘Calle sin luz’ y ‘Miedo’, de M Clan. Esta última fue interpretada solo por sus dos autores (Tarque en la voz y Raya en la guitarra eléctrica). Paradójicamente, la noche murió con ‘Donde nace el rock’n’roll’. No sabemos dónde nace, pero desde luego, el rock’n’roll habita en los conciertos de Carlos Tarque.