Publicado originalmente en Efe Eme. Texto por Javier Escorzo.
Digámoslo sin rodeos: el pop español está en deuda con La habitación roja. Y no es que a los valencianos les vaya mal, pero lo cierto es que debería irles muchísimo mejor. Es difícil de entender que una banda con semejante repertorio no esté sonando a todas horas en las radio fórmulas y llenando estadios de fútbol. Pero claro, esto es España; aquí nuestros mejores artistas, salvo contadas excepciones, luchan por sobrevivir en el fantasmagórico circuito de salas. Y la radio… de la radio mejor ni hablamos. Menos mal que, al final, las buenas canciones permanecen, y de esas este grupo anda sobrado. Ahora han decidido reunir algunas en un disco recopilatorio.
Decía Gil de Biedma que de casi todo hace ya veinte años, y ese es el tiempo que ha pasado desde que nació La habitación roja. Su debut se produjo en 1997 en forma de EP (“Popanrol”), y desde entonces se postularon como los alumnos aventajados de aquella generación indie que daba sus primeros pasos. Después llegaron nueve discos a cada cual más brillante. En este recopilatorio recuperan canciones de sus inicios como ‘Mi habitación’, ‘Crónico’, ‘Eurovisión’ o ‘La edad de oro’, con su irónica referencia a la ‘Chica de ayer’ (o mejor dicho, a la famosísima y polémica versión que del clásico de Nacha Pop grabó Enrique Iglesias). Hay también, por supuesto, temas de aquellos dos discos de sonido tan robusto que grabaron en Chicago con Steve Albini a los mandos (Nirvana, Pixies, PJ Harvey…). Pero la mayoría de las canciones pertenece a sus tres últimos trabajos, “Universal”, “Fue eléctrico” y “La moneda en el aire”, donde el grupo ha alcanzado su auténtica plenitud.
“20 años de canciones” es, como toda la carrera de La habitación roja, un homenaje al pop de guitarras y a las melodías deslumbrantes. La media sonrisa que se debate entre la euforia irrefrenable y la melancolía más narcótica. A los que hemos seguido su carrera nos sirve para celebrar todos los buenos momentos que nos han dado, aunque inevitablemente, echaremos de menos muchas canciones (‘Algún día’, ‘40 º C’, ‘Van a por nosotros’, ‘Younger’…). Y es que por encima de cualquier otra consideración, en La habitación roja siempre han primado las canciones.
Pero si para algo debería servir este recopilatorio es para que se acerquen al grupo aquellos que todavía no lo han hecho. Descubrirán un crisol de las más exquisitas referencias internacionales que entronca directamente con la mejor tradición del rock nacional. Ahí están para demostrarlo, por ejemplo, los dos mini LP de versiones que grabaron con temas de La Mode, Paraíso, La dama se esconde, Gabinete Caligari, Golpes bajos… Ahí están también sus nueve discos, sus innumerables singles y todos sus grupos y proyectos paralelos. Por calidad y cantidad, La habitación roja merece un puesto de honor en la historia del pop español. Y ya va siendo hora de que se le reconozca.
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